Despierta
como cualquier otro día en esa cama en la que ha dormido solo… otra vez. Piensa
en el día que le espera, lo que tiene que hacer y lo que puede pasar si hace
una cosa u otra. Consigue despegarse las sábanas y se dirige a por su café.
Todo parece normal… cama, solo, café.
¿Cómo
ha sido? Se pregunta ella.
Ni
por un momento, por su cabeza, se podría imaginar que un día cualquiera iba a
acabar así. Sonríe y disfruta de ese momento que no volverá a ocurrir, al
menos, este año.
Y
así pasó todo... Esa sonrisa con la que él comenzó el día, la acabó teniendo
ella en su rostro aquella misma noche.
Historias
de San Valentín con un principio y final feliz. Lo que pasó... solo ellos lo
saben.